La IA como refugio emocional: entre la confianza y la salud mental

En la era digital, la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser únicamente una herramienta técnica o informativa. Hoy no solo responde preguntas o genera contenidos, también se ha convertido en un espacio de desahogo para quienes buscan apoyo frente a sus problemas personales, aunque sea de manera virtual. 

Cada vez más los jóvenes y adultos eligen interactuar con una IA en lugar de acudir a un psicólogo. Este proceso abre un debate: ¿es la inmediatez y la comodidad lo que motiva esta tendencia, o estamos frente a una nueva forma de relación emocional con la tecnología? 

“La empatía que ofrece la inteligencia artificial es algorítmica, no genuina: no 
puede experimentar dolor, angustia ni emociones humanas.” 

Eduardo Toledo Moraga, Ingeniero informático.

De acuerdo con el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial, Chile se ha posicionado como pionero en la región, destacando en áreas como talento humano y alfabetización digital, además de impulsar la enseñanza temprana en estas tecnologías. 

“Automatización de procesos”, “mejor toma de decisiones” y “realización de tareas complejas” son algunos de las beneficios, según el Inesdi Bussines Techschool, definen a la inteligencia artificial. Sin embargo, estas ventajas se vinculan al ámbito de productivo, no desde lo psicológico y la salud mental.

En 2024, el American Psychological Association (APA) realizó un estudio revelando que, de 1.183 participantes, el 50% acude al internet antes que a un especialista tras algún malestar emocional. Asimismo, un diagnóstico realizado este año a 1.060 jóvenes (13 a 17 años) por el Common Sense Media, establece que un 12% utiliza la IA como soporte de salud mental. 

Eduardo Toledo Moraga, ingeniero informático y especialista en inteligencia artificial, mencionó que: “La inteligencia artificial ofrece inmediatez, disponibilidad y sensación de acompañamiento constante”. Asimismo, el experto destaca que, las interacciones que el usuario desee realizar con la IA son personalizables, “ajustando el tono o estilo de las respuestas”. 

A finales del año 2023, un caso relacionado con el uso de la inteligencia artificial remeció las redes sociales. En Estados Unidos, un joven de 14 años se quitó la vida tras tener una conversación con un chatbot de Danaerys Targaryen, el personaje de Juego de Tronos en la aplicación Character.AI. Tras diversos mensajes con la caracterización, expresa sobre sus pensamientos suicidas e indoloros. 

Una estudiante universitaria ha brindado su experiencia utilizando Chat GPT como una herramienta para fines psicológicos, transparentando sus motivos para recurrir a dicha tecnología. “Me interesaba saber qué respuesta me podía dar una inteligencia artificial sobre mis temas personales, como consejos, análisis de temas o cosas así. Lo encontré interesante y por eso quise probar”, menciona la futura profesional. 

La psicóloga Susana Arellano indicó que muchas personas prefieren conversar con una inteligencia artificial debido a la falta de confianza en el sistema de salud mental: “Hoy existe una crisis de confianza. Muchos consultantes sienten que han sido juzgados más que acompañados. La IA se convierte en una opción desde la comodidad y la accesibilidad, aunque carece de elementos esenciales como la empatía, la intuición y la lectura del lenguaje no verbal”. 

A pesar de las limitaciones, la inteligencia artificial logra atraer a quienes buscan una contención emocional, ya que ofrece un espacio inmediato para expresar pensamientos y preocupaciones. Esta disponibilidad constante se percibe como un apoyo inicial que, aunque no reemplaza la atención profesional, se presenta como un recurso accesible para quienes sienten que no tienen otra opción cercana. 

Uno de los principales factores que motiva el uso de la IA es el económico, ya que el costo de una consulta psicológica puede ser elevado. Además, la posibilidad de acceder a un sistema disponible en todo momento y desde cualquier lugar resulta determinante. El estudiante de quinto año de psicología Diego bravo señala que: “Una persona que padece depresión severa y no diagnosticada puede optar por interactuar con una IA porque no desea salir de su casa ni tener contacto con otras personas. Hablar con un sistema desde su propio entorno resulta más cómodo que acudir presencialmente a un terapeuta” 

Finalmente, aquel proceso se ha mostrado como un debate sobre si esta herramienta es un reemplazo o no de los procesos psicológicos. Eduardo Ampuero, psicólogo clínico, mencionó que, en una visión a futuro de la IA: “Es una herramienta fantástica, puede ser superútil para que la persona a lo mejor se guíe para decir ‘voy a ir a psicoterapia’, pero no va a reemplazar como tal lo que significa el proceso terapéutico desde mi perspectiva, y el riesgo está en creer que sí lo va a hacer”, concluyó el profesional.