Los establecimientos dedicados a la exposición de animales para entretenimiento o fines turísticos son comunes en las regiones de nuestro país, panoramas salvajes que son apreciados por visitas de familias con pequeños aficionados hacia estos seres vivientes de la naturaleza. En la región del Maule, se encuentra el único gran recinto que se encarga de estas atracciones. No obstante, a diferencia de las demás que su fin radica en la financiación, esta es aquella capaz de educar y concientizar a través de la observación.
Fundado el 12 de septiembre y abierto al público el 4 de octubre de 2002, ubicada en la ciudad de Linares, y con un total de 40.000 metros cuadrados, “Casa Noé Mundo Animal” es un parque zoológico y centro de rehabilitación animal que alberga un gran número de especies chilenas y, además, de otros animales como tigres, leones e inclusive osos pardos. Es difícil encasillarlo únicamente en el término del “Zoo”, debido a que más que una atracción es un parque de enseñanzas.
…Los animales son un legado de Dios, un legado de la naturaleza.
Juan Carlos Muñoz Escobar
Con un terreno de un poco más de cuatro hectáreas, el parque abarca desde una zona de aves a felinos, incluyendo otros animales como zorros u osos, además de una serie de secciones especiales como el acuario, reptiles y la sección para aquellos nocturnos.
Ahora, ¿cómo es que un recinto de animales es capaz de educar por medio de la observación?, ¿cuáles enseñanzas deja? La razón principal cuando se refiere a un parque de este tipo como un medio de educación es que, el 80% de los animales que se encuentran en el lugar son de rescate, seres vivientes que fueron atacados de manera directa o indirecta por el humano, desde invadiendo su territorio hasta la caza de estos.
El director y fundador del parque zoo, don Juan Carlos Muñoz Escobar, explica las principales causas del por qué estos seres llegan así al recinto: “…los motivos que llegan, generalmente, son motivos de daños físicos, psicológicos, que son provocados por el hombre, porque ya están cambiando los ecosistemas, cambian sus hábitats, el crecimiento de ciudades…”. Así mismo, daba de ejemplo a los pumas, animales que se han visto en más de una ocasión en ciudades donde, inclusive, el mismo centro intervino.

Entre uno de sus claros ejemplos, las aves que albergan en el recinto, una cierto número de estas descansan en lo más alto de su sitio, mientras que otras se mantienen en el suelo debido a las heridas con las que estos animales llegaron al recinto. Si bien esto puede llegar a malinterpretarse en más de alguna ocasión, estos seres son atendidos y rehabilitados para su vivencia normal, inclusive a ser devueltos a la naturaleza en su hábitat natural. Lamentablemente, no todos son capaces de volver, por lo que se mantienen al cuidado del personal de 20 personas aproximadas.
Es, probablemente, la principal diferencia de los demás zoológicos de Chile, que muestran sus animales exóticos o de nuestra fauna silvestre en perfecto estado al ser más atractivos al ojo humano. No obstante, este centro de rehabilitación animal en Linares es un golpe de realismo a los ciudadanos y padres de niños que tal vez no cuentan con una conciencia ecológica adecuada, que hay animales que están heridos y no podrán ser parte de su ecosistema natural por influencia del humano.
La Casa Noé Mundo Animal trabaja para lo que son, según el director, las próximas generaciones, evitando el egoísmo humano, porque el punto central es que, si bien los niños aprendan el estilo de vida de los animales, es también la responsabilidad por los recursos naturales. “…Nosotros trabajamos para ustedes, para los jóvenes, para que el día de mañana, su descendencia, no tenga que conocer un puma, no tenga que conocer un cóndor por una imagen, una pantalla”, menciona el ecologista en relación a su proyecto de vida.


Para el mismo director, fue un gran desafío el abrir las puertas de este lugar, naciendo como algo independiente y voluntario por su fanatismo por los animales que, finalmente, concluyó con la apertura hacia las personas para que estas pudiesen expandir su mente en cuanto a la responsabilidad animal.
Los mismos individuos que se emplean como funcionarios en el parque son, por dichos del mismo Muñoz, jóvenes que asistieron alguna vez al recinto como visitantes que, hoy en día, trabajan con el cuidado animal y la mantención del lugar o, inclusive, son médicos veterinarios que se especializan en el tratamiento directo para aquellos animales heridos.
El guarda fauna y funcionario de la mantención de servicios generales, Sedry Vásquez, lleva dos años trabajando en el parque, el cual se quedó por la vivencia con los animales, donde también destaca que es “una experiencia única“. Así mismo, mantiene una postura similar al director, un pensamiento que se repite en cuanto a la importancia del recinto: “Es un aporte, igual crear conciencia…“, menciona el funcionario, que a su vez daba de ejemplo cómo las personas atacan a animales inofensivos únicamente por desconocimiento hacia estas especies.
Educar es cuidar
Es innegable pensar que el parque como tal es un atractivo turístico, un pequeño ecosistema que nació como protección a la fauna silvestre que se ha expandido a tal punto de seguir abriendo nuevas áreas para la exposición y el cuidado de los animales. No obstante, aquel peso educativo que deja en aquellos observadores es aún más valioso que el dinero, algo que se destacó al leer los dichos de Sedry Vásquez anteriormente.
La educación, en pensamientos del director, es primordial para una buena relación con los animales en nuestro entorno y la correcta tenencia responsable de animales, tanto silvestres como domésticos. De por sí, el nacimiento de este recinto, si bien es un panorama, es meramente educación, que puede influir directamente en aquellas ideas que el mismo Muñoz coincide y cree que deben ser primordiales en la cotidianidad humana.

Lo anterior, es una de las enseñanzas principales del recinto, entender que “...los animales son un legado de Dios, un legado de la naturaleza“, menciona el director, que a su vez con base a su pensamiento, cree que la única solución para cuidar y el no destruir estas especies silvestres, debiese ser un cambio en nuestra educación.
Entre el conocimiento de nuestra fauna regional y nacional y, además de influir en la tenencia responsable de animales, “Casa Noé Mundo Animal” y centro de rehabilitación, es una “escuela” que resalta el hecho de que nosotros, las personas, sujetos que hemos invadido territorios salvajes, veamos los efectos que pueden dejar a estos seres vivos el poco conocimiento de estas especies y la baja concientización en su cuidado.
Abierto desde las 10:00 A.M. hasta 18:00 P.M., el recinto es una oportunidad única en cuanto a su panorama y parque animal, donde se puede entender y hacer una crítica propia de nosotros mismos que, si bien pudimos haber cometido perjuicios contra nuestra fauna, somos también aquellos quienes pueden realizar un cambio, donde el recinto nos deja más que invitados a realizar un cambio en nuestra naturaleza por medio de su concientización animal.




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