Hoy en día los romances están siendo muy poco cercanos de manera física y no existe un contacto que acerque a las personas para conocerse de forma más auténtica y profunda por lo que existe un mecanismo que la mayoría de los individuos utiliza en la búsqueda de una pareja, que es de forma online, pero dentro de esto también se puede conllevar a malas experiencias poco acogedoras.
Aqui se puede observar una lista de las apps mas usadas
- Tinder
- Badoo
- Grindr
- Bumble
- Happn
En una era postmoderna, conocer a una pareja suele implicar un largo proceso de búsqueda, especialmente si no se recurre al manejo de aplicaciones de citas. Según el Dr. Marcos Cereceda, estas plataformas permiten un contacto rápido y algorítmico para su funcionamiento, sin embargo conlleva algunos riesgos que pueden ser de un grado alto si estos no se evalúan con una debida precaución.

Por eso, se llega a estos extremos
Uno de estos principales problemas es la difusión de la información personal del usuario. Tanto sus cuentas bancarias, direcciones o lugares a los que habitualmente tiende a recurrir pueden ser fácilmente hackeados por un tercero y utilizarlos maliciosamente. Esto deja expuesta a la persona afectada y puede generar un cambio en su salud psicológica, por lo que se recomienda seguir las medidas de seguridad adecuadas para este problema.
En muchos casos el deseo de generar un vínculo afectivo puede llevar a las personas a compartir datos íntimos como los que se mencionaron anteriormente para establecer una confianza sólida. Tanto fotografías, rutinas diarias, números de contacto incluso detalles familiares, son cedidos con la esperanza de consolidar una relación genuina y transparente, pero no se considera que del otro lado puede haber una identidad falsa o un individuo con intenciones manipuladoras. En esta exposición prematura y motivada por la ilusión o el impulso emocional, puede derivar en consecuencias graves como el acoso, la suplantación de identidad o el chantaje digital.
Por otro lado, existe una falsa percepción de seguridad dentro de las plataformas de las aplicaciones de citas debido a sus políticas y privacidad, lo cual genera una confianza que no siempre está justificada y aunque las aplicaciones necesitan mecanismos para proteger la información de sus usuarios estos no son infalibles frente a técnicas de inteligencia social o ciberataques sofisticados. Por ello es fundamental educarse en el uso responsable de la tecnología y entender los límites de la información que se comparte para asumir responsabilidades sobre esta.
Otro de los grandes problemas que muchas de estas plataformas tienen, es la poca preocupación de proteger la información que se da y aunque la tecnología avanza constantemente no es suficiente, todavía hay empresas que se enfocan más en crecer rápido o juntar muchos datos que en cuidar a sus usuarios. Esto hace que la información personal quede expuesta
Por lo mismo, es súper importante que tanto las plataformas como las personas se tomen en serio el tema de la seguridad, como usuarios, también se deberían informar más y no aceptar todo sin saber a que se está accediendo. Al final, se trata de cuidarnos entre todos en este mundo digital que cada vez está más presente en nuestra vida.
Riesgos en encuentros físicos
Juntarse con alguien que conociste por una app de citas puede ser emocionante… pero también arriesgado. En Chile, la violencia en espacios públicos no es baja: más de la mitad de las mujeres han sido víctima de acoso callejero, y un tercio ha vivido situaciones como toqueteos o seguimientos incómodos en este contexto, el peligro no es solo físico, sino también emocional.
En el mundo virtual, tampoco estamos seguros. El Ministerio de la Mujer reveló que el 88 % de las mujeres en Chile ha vivido violencia digital desde acoso sexual hasta la difusión de fotos íntimas sin consentimiento, existen casos donde personas LGTBI+ o mujeres han sido primero hostigadas por redes sociales y después agredidas físicamente en la vida real. Esto demuestra que la línea entre lo digital y lo físico es muy delgada.
Cuando ya se hace el encuentro en persona, los riesgos se vuelven mucho más cercanos no se habla solo de decepciones, sino de situaciones graves como agresiones, robos, violencia sexual e incluso secuestros. De hecho, en 2021 los delitos sexuales subieron más de un 10 %. Las plataformas no verifican antecedentes ni comportamientos, por lo que muchas veces uno se lanza a lo desconocido sin saber con quién se está encontrando realmente.



Además no siempre el problema está en lo que pasa durante la cita, sino en lo que sucede después de esta. En algunos casos se obtiene información importante y/o fotos y videos sin consentimiento. En Chile hay denuncias por lo que se conoce como “porno sin consentimiento” y aunque existe una ley que lo castiga (la Ley 21.153) muchas personas no se atreven a denunciar. El miedo, la vergüenza o la presión social hacen que este tipo de violencia se mantenga en silencio
¿Cómo cuidarse sin dejar de conocer gente?
Elige un lugar público para la primera cita, avísale a alguien cercano con quién vas y dónde estarás, y si puedes, comparte tu ubicación en tiempo real. También evita subirte al auto de alguien que recién conoces y controla tu consumo de alcohol o drogas.
Conocer a alguien online puede ser divertido, pero también hay que ir con los ojos abiertos, entre los perfiles falsos, las amenazas, el chantaje o incluso la agresión física, es muy fácil confiar más de la cuenta. En un país como Chile, donde la violencia de género y el acoso siguen siendo temas importantes, no hay que minimizar los riesgos. Cuidarte no es ser paranoico, es simplemente protegerte. Establecer límites, hablar claro y ser precavida no arruina una cita: puede ser la clave para que todo salga bien.
Impacto en la salud mental
Usar las aplicaciones para conocer gente puede tener consecuencias en la salud emocional como lo destaca el Dr. Marcos Cereceda siempre ha habido una demanda de personas que están solas que buscan pareja, que experimentan dificultades muy normales, como timidez pero esa misma timidez se puede transformar en una búsqueda constante de aprobación dentro de la app lo que se lleva a una baja de autoestima sobre todo cuando no hay respuesta o se experimenta rechazo.
Muchas veces se entra a las apps buscando cariño o simple compañía existe una sensación de conexión instantánea, pero muchas veces esas conversaciones se enfrían rápido o simplemente desaparecen esto puede generar frustración o sensación de rechazo, sobre todo cuando uno invierte tiempo. Además el ritmo acelerado con el que se crean y se rompen vínculos en estas plataformas puede llegar a un sentimiento de reemplazo




En Chile, la salud mental es algo evidente en el “Termómetro de la Salud Mental UC-Achs” detectó que casi el 25 % de la población presenta síntomas de ansiedad, y un 13 % tiene signos moderados o graves de depresión, cuando agregamos esto a la presión de las apps —como sentir que no encajas— el desgaste emocional se vuelve mayor, especialmente para quienes ya enfrentan dificultades previas.
El gran acceso a perfiles genera lo que llaman “parálisis por elección”: demasiadas opciones acaban provocando inseguridad, cansancio al elegir y miedo a equivocarse. Esta sobreoferta no mejora la calidad de los vínculos, sino que puede dejar una sensación constante de insatisfacción. Según este estudio de la Pontificia Universidad Catolica, este fenómeno no solo genera ansiedad, sino que también dificulta sostener relaciones duraderas en entornos digitales
Otro efecto es la comparación constante al ver perfiles que parecen más atractivos, con más “match”, se compara sin parar, y eso puede terminar bajando la autoestima. Este tipo de exposición prolongada a vidas que parecen “perfectas” genera una presión interna por “estar a la altura” que no es realista
Por esto también es clave usar estas plataformas de forma consciente, revisar cómo te sientes después de usar la app, hacer pausas si notas más ansiedad o tristezas y equilibrar con actividades reales. Al final, como dice el sociólogo Marcos Cereceda, estas apps “son un medio” no la solución definitiva para la soledad ni garantía de felicidad. Aprender a usarlas sin depender de ellas puede ser lo que marque la diferencia entre una experiencia sana o emocionalmente desgastante.
Discriminación y sesgos algorítmicos
Según el Dr. Marcos Cereceda todo lo que ha sido la evolución del ser humano, tanto en como nos contactamos con el otro, se plasma a través de los medios comunicacionales como lo son las redes sociales […], estas aplicaciones, como Tinder, utilizan automatizaciones llamadas algoritmos. Esto nos lleva a pensar que existe un tipo de sesgo al momento de buscar una pareja por estos medios, ya que las aplicaciones al utilizar un sistema de reglas nos configuran ciertas características de la persona con quien deseamos entablar una conversación.



Durante años se han investigado ciertos sesgos que existen dentro de estas apps y estos se derivan entre lo racial y lo etario, por lo que, se ha considerado como un desafío que se debe enfrentar. Según el investigador Matthew Rafalow, “un estudio de hombres homosexuales mostró que el 97% de los hombres asiáticos, el 90% de los hombres latinos y el 88% de los hombres negros declararon una preferencia por los hombres blancos”.
Por su parte, el erudito Chong-suk Han plantea que “es poco probable que este patrón de preferencia por las personas blancas y la exclusión de las personas de color se deba a un gusto por “tipos” específicos de personas. En cambio, es la jerarquía racial ya existente la que moldeó esta noción de “atractivo”, donde se prioriza la blancura”.
Pasando por el sesgo etario, resulta evidente que existen perfiles falsos dentro de las aplicaciones de citas, los cuales se prolongan desde una falsificación sobre la edad hasta la imagen del usuario. Andrea Rosales, profesora de Comunicación en la UOC, afirma que aunque las personas suelen evitar ciertas restricciones con respecto a lo anterior, de una u otra forma encuentran formas para configurar sus contenidos, por lo que, el edadismo digital está dentro de esta lista.
La socióloga Apryl Williams, nos revela cómo los algoritmos de las aplicaciones como Tinder, reproducen estereotipos raciales al configurar sugerencias de perfiles que coinciden con los ideales raciales dominantes (como personas de origen caucásico), así marginando de forma inconsciente a las personas de tez negra. Al no existir filtros que identifican la raza o etnia de las personas, el sistema puede inferir preferencias basadas en los patrones de comportamiento previo, el cual refuerza la jerarquía estética dentro de los cánones de belleza en la sociedad.
Por otro lado, existe un informe realizado por la Universidad oberta de Catalunya, el cual destaca cómo los algoritmos priorizan la visibilidad de ciertos usuarios (los cuales frecuentan entre los 20 y 30 años), así aumentando su exposición y participación, mientras que los mayores de 30 años, son progresivamente relegados y en algunos casos, se les cobra más por funciones con medio de pago. Este fenómeno se debe a que los sistemas analizan la popularidad y el nivel de actividad del usuario para definir prioridades, encajando en lo que se denomina la colonización “algorítmica del amor”.
Grooming o acoso a menores
Según el NSPCC en el Reino Unido, los delitos de “comunicación sexual con un menor”, se han disparado un 89% entre 2017-2018 y 2023-2024, llegando a 7.062 casos registrados en ese año. En 40% de los casos donde se identificó la plataforma, aplicaciones móviles como Snapchat volvieron a ser la principal vía utilizada por los agresores.
En Escocia, se registraron 3.234 casos en cinco años, con un incremento del 13%, sólo el último año. Snapchat apareció en casi la mitad de los casos donde la aplicación usada fue identificada, gracias a características como mensajería efímera y compartir ubicación.
Durante el juicio antimonopolio de la FTC contra Meta, documentos internos expusieron que casi 2 millones de cuentas de menores fueron recomendadas a posibles “groomers” en tan sólo tres meses en 2019. El informe señala que el 27% de las recomendaciones de seguir fueron de menores hacia estos adultos.
El estudio “Swipe Wrong” del Childlight Institute (Escocia, Australia, Estados Unidos) encontró que el 66% de los agresores sexuales de menores utilizaban apps de citas, y un 22% las usaba a diario. En un 10% de los casos, las madres solteras eran persuadidas para producir material con sus hijos.
Investigaciones en redes sociales con menores de edad, describen cómo los agresores les emplean halagos, juegos de confianza, regalos e imágenes graduadas sexualmente para ganarse su confianza y luego manipularlos emocionalmente. Las funciones de mensajería privada en apps de citas hacen de estos canales medios eficaces para atacar a menores.



Las organizaciones como NSPCC y Caridades en Reino Unido y Australia exigen verificación obligatoria de identidad, herramientas proactivas de detección algorítmica y regulaciones más estrictas. Según la NSPCC, se trata de un problema de salud pública global que requiere protocolos de alerta temprana y denuncia inmediata.
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