Academia Jorge Medel, pasión por el ballet

El ballet, un arte que suele destacarse por ser elegante y con una técnica precisa, ha perdurado a lo largo de los años como una manifestación cultural en la historia humana.

La llegada de esta disciplina a Talca es una especie de enigma. Sin embargo, al investigar la historia en la provincia maulina, la información es escasa, dificultando así la recopilación de datos que esclarezcan el tema.

Pese a esto, no todo es oscuro. Si bien no hay información de cómo surgió este baile dentro de la zona, existen establecimientos que se dedican a enseñarlo y hay quienes tienen el conocimiento de los inicios en la región.

Andrea Fuentes, directora, socia y profesora de la escuela de ballet Jorge Medel (BJM), explicó que antes de irse a Santiago para estudiar danza de forma profesional, junto a sus compañeros Jorge Medel, profesor y socio de la misma academia y Gonzalo Vera, bailarín profesional que enseña ballet de forma particular, conocieron a Víctor Machuca.

Andrea Fuentes se refirió a esto como: “Nosotros partimos acá con la escuela de Víctor Machuca, que se llamaba Nueva Dimensión. Víctor era de Pelarco, después se fue a estudiar a Santiago, luego se fue a Nueva York, trabajó un tiempo en Santiago y finalmente se vino a Talca. Él empezó con una escuela semiprofesional, con gente con más técnica. Hacía jazz, ballet y espectáculos.”

La señorita Fuentes dijo que Machuca estuvo enseñando durante 6 años, desde 2002 hasta 2008, año en que ella junto a sus compañeros se fueron a Santiago. Sin embargo, en 2011, cuando junto a Medel viajaban a Talca los fines de semana para comenzar a enseñar, varias de sus alumnas de aquel tiempo mencionaron a Yolanda Toledo, una de las primeras profesoras de la danza clásica en la zona.

“Recibimos chicas que nos contaban que venían de otra escuela que estaba acá en Talca, la profesora se llamaba Yolanda, que era bien mayor ya en ese tiempo. Sé que ella estuvo mucho tiempo acá con una escuela de ballet, no la conozco, pero sé que es la pionera, se podría decir. Ahora creo que ya no hace clases, pero sí creo que ella fue de las primeras.”

Actualmente, Toledo se encuentra sin enseñar, pero no por decisión propia, sino más bien, por falta de apoyo, algo que no es ajeno para ella, pues durante los 60 años que instruyó a pequeñas, el espacio y el financiamiento siempre fueron una piedra en el camino. A pesar de esto, la mujer dedicó toda su vida a esta disciplina. Su entrega fue tal que ella nunca cobró ni un peso en sus clases.

Potencial sin visibilización

A diferencia de otras disciplinas artísticas, como la música, el cine y el teatro, la danza clásica no siempre recibe una cobertura mediática extensa; no existe un gran apoyo de los medios de comunicación estatal, como radio, diarios, televisión. Esto limita su visibilidad al público que no conoce esta danza y hace que sea menos accesible para toda la sociedad en general.

Ensayo “La bella durmiente”

La falta de atención mediática hacia esta disciplina puede atribuirse a varios motivos. Uno de ellos es la percepción de que esta rama artística es elitista y exclusiva.

Muchas veces, por ignorancia cultural, se piensa que sólo la clase alta de la sociedad tiene habilidades para sobrellevar la complejidad técnica que posee esta. Pero para hablar de aquello se debe hacer un trabajo mucho más sofisticado que simplemente mirar una clase o tener algún conocido que te hable sobre ballet.

“A diferencia de otras disciplinas artísticas, como la música, el cine y el teatro, la danza clásica no siempre recibe una cobertura mediática extensa”

En la Corporación Cultural de la Municipalidad de Talca y en el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, los administradores y autoridades no conocen ni han escuchado hablar acerca de las academias de danza clásica en la ciudad, pese a la antigüedad de algunas y los años que llevan ejerciendo.

Por otro lado, Andrea Fuentes, directora de la academia BJM en Talca, se refirió a este tema: “La falta de apoyo yo creo que es por un tema cultural, por un tema de donde vivimos, es una zona huasa y apoya más el folclore, apoyan otros tipos de instancias. Falta ver interés por parte de las autoridades. Ellos creen que nadie hace ballet, que a nadie le gusta, y cuando nos presentamos, a toda la gente le atrae el ballet. Pusimos al público sentado en el suelo incluso y todos se quedaron a ver. Eso fue para la Navidad en el camión de coca cola.”

Además de los prejuicios asociados a esta destreza, también existe una falta de reconocimiento. No sólo se requiere una profunda capacidad física para practicarlo, sino también una comprensión meticulosa de la música. La directora de la Escuela de ballet BJM mencionó el énfasis que se le otorga a las clases de música en las academias profesionales como lo es el Teatro Municipal de Santiago. “Cuando estudiábamos, teníamos de cuatro a cinco clases diarias y no solo eran de baile; había anatomía y música. Ahí se nos enseñaba la teoría de la música, aprendíamos de melodías y teorías. La verdad, se le daba bastante énfasis a esas dos últimas.”

Con su combinación única de danza, música e historia narrativa, merece ser practicado por todos sin importar su origen o situación económica. Por ello, es crucial que se promueva su accesibilidad y no quede estigmatizado como un lujo inalcanzable, sino que se convierta en una expresión artística asequible.

Recuerdo de traje que utilizaron para una presentación en Santiago el año 2023.

Si se busca preservar y promover el ballet, es fundamental que se incrementen los esfuerzos por parte de las autoridades para dar mayor visibilidad, financiamiento estatal y sustento a esta disciplina. Solo así el potencial del ballet podrá florecer plenamente, mantener su importancia y ser apreciado por las futuras generaciones.

“Con su combinación única de danza, música e historia narrativa, merece ser practicado por todos sin importar su origen o situación económica”